MARISMAS DE AYAMONTE E ISLA CRISTINA

Lo primero que queremos aclarar antes de la descripción de este espacio, es que en todo momento buscamos la máxima rigurosidad a la hora de colocar cualquier dato que sirva de guía a todos aquellos visitantes que recalan en Ayamonte, pero quizás la única excepción a esta rigurosidad, es precisamente la descripción de este espacio protegido, ya que se inscribió en el año 1989 como Marismas de Isla Cristina, cuando dos tercios del área de protección se encuentran en el término municipal de Ayamonte.
Los distintos gobiernos del Ayuntamiento de Ayamonte llevan hasta el momento sin éxito intentando cambiar esta denominación e incluir el nombre de Ayamonte.
Así que por mera cuestión de justicia, y aún a sabiendas de que podamos pecar de falta de rigurosidad en la descripción de este espacio, vamos a incluir el nombre de Ayamonte a este espacio protegido.
Y ahora si, pasamos a la descripción de este Espacio Protegido.
DENOMINACIÓN: Marismas de Ayamonte e Isla Cristina
TIPO DE PROTECCIÓN: Paraje Natural, Lugar de Importancia Comunitaria (L.I.C.) y Zona de Especial Protección para las Aves (Z.E.P.A.)
FECHA DE DECLARACIÓN: 28 de julio de 1989
SUPERFICIE: 2.498,04 Hectáreas.
DESCRIPCIÓN: El espectáculo de la diversidad ornitológica que se produce en este paraje es el resultado de la mezcla de innumerables sonidos, formas y colores por la presencia de una amplia variedad de especies de aves que se alimentan, crían y nidifican en las marismas de Isla Cristina y Ayamonte.
La formación de estas marismas ha necesitado un largo y complejo proceso que se ha visto acelerado por la acción del hombre. Así, el depósito de sedimentos aportados por el río Guadiana, unido a la fuerza de las mareas, ha originado un extenso complejo de marismas mareales que incluye caños, brazos, esteros, canales y llanuras fangosas.
En bicicleta, a pie o a caballo se pueden recorrer los senderos que, partiendo de la cercana población de Ayamonte, discurren por estos entornos. Uno de ellos atraviesa la vía verde y llega hasta un antiguo molino mareal que se utilizaba para moler cereales y hacer harinas de pescado con los que se fertilizaban los campos aledaños. Desde aquí, el sendero se adentra en la marisma donde espera al visitante un encuentro con interesantes especies como la elegante avoceta con su pico curvado hacia arriba. También en este lugar habita la inconfundible espátula, cuyo pico tiene forma de cuchara y en la época de celo su extremo se torna amarillo. Estas aves se alimentan de moluscos, crustáceos y peces. Paseando en barco por la ría del Carreras es posible llegar a todos los puntos de este paraje natural y contemplar el esplendor y la magnitud del entorno.
En los cordones dunares, habita el mimético camaleón que encuentra aquí lugares apartados de la influencia del hombre.
Fuente: Junta de Andalucía. Medioambiente. Ventana del visitante.
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